CAMBIO DEL DIA POR LA NOCHE

El 12 de julio, Dock 39 organizó en Zaragoza una fiesta nocturna de la escalada, aunque la "fiesta" empezó a las 12 de la mañana, con un formato de maratón de escalada, con un montón de vías de diferente dificultad que se tenían que ir subiendo entre las 12 y las 8 de la tarde.

El formato de la competición es de los que mas me gusta ya que te hinchas de escalar pero por el tiempo que tienes que estar, te permite estar intercambiando opiniones con unos y con otros, transformando todo en un día de convivencia.

La cosa es que desde que vine de Rodellar, he vuelto a recuperar ideas y ganas para encaramarme en cualquier sitio, y el día no pudo estar mejor, ganas de trepar por aquí y por allá, combinado con paradas para hablar, intercambiar opiniones, descansos o momentos para relajarme pensando en nada.

Lejos de la final a velocidad y del resultado, con un tercer puesto me quedo con la hinchada de vías hechas a lo largo del día y la sensación de querer más y más.

De todas esas ganas, al día siguiente camino a Vadiello, para continuar sacudiéndole a más vías,  aprovechando  he vuelto a la idea de empezar a hacer vías de largos, con lo que el día fue pasando entre pegue y pegue, aprovechando alguna vía sencilla  para automatizar los movimientos en las reuniones, de la mano de Chabi.

El mes iba de lujo entrenos en la Caverna, y el siguiente fin de semana al pueblo, la cosa va de retomar ideas y unos meses atrás ya me vino la de escalar por la noche en Somaen, la vía que tenía en la cabeza Petabrazos, un 7a largo y vertical, para disfrutar de él, pero una caída en el pueblo de mi abuelo, hecha por tierra todo, y deja todo en el aire.

Sustazo familiar y menudo resultado con siete costillas rotas, menos mal que dentro de todo lo malo la cosa no pudo ir mejor, quedando todo el susto en varias revisiones y más de un mes de reposo por delante.
Ya este último fin de semana, y con faena que hacer en el pueblo, el sábado toco madrugón para ayudar a mi padre y aprovechar la fresca de Soria, después de una mañana de sacar patatas, y una larga tarde de siesta, a ultima hora de la tarde camino de Somaén, pero con cambios la vía va a ser una del interior de la cueva "Hernia Lumbar", un 7c, con una cómoda salida que poco a poco va desplomando, y que es muy física.  

Esta vía ya la encadené el año pasado, y no la había vuelto a repetir, con lo que a la faena, y el resultado y la experiencia no pudo ser mejor.

El primer pegue con algo de luz, aunque ya con el frontal colocado, iba con la intención de recordar un poco los movimientos e ir colocando unas barras de luz química  en los tramos finales, pero leña y leña, que salió el encadene a la primera.

Tras ello, con plena oscuridad pero con la vía "iluminada" con las barritas en las cintas mas complicadas, un segundo latigazo que acaba con un segundo encadenamiento, con la dificultad de tantear algunos tramos, ya que la oscuridad me impidió coger algunos agarres mas cómodos lo cual complica un poco mas la vía.

Con la sensación de estar exprimido, pero con un subidón de enteros aún hubo un tercer intento, esta vez si que fue intento, para recuperar las barritas, ya con noche cerrada tocó recoger y de vuelta al pueblo.

Esta noche Somaén dio la explicación de por que la llaman la "cueva grajera", buenas escaladas con una buenísima temperatura, la compañía de mis padres y mi hermana, y la de unos cientos de grajos y murciélagos, que tuvieron su momento de protagonismo, y unos recién estrenados DIVINO de TULSON TOLF, que tuvieron un muy buen debut.

Continua el verano, y las escaladas....